Cada camioneta que pasa por nuestro taller tiene una historia, pero pocas son tan personales como la de esta Chevrolet C10 de 1968. Esta joya llegó a nuestras manos con el peso de ser un regalo de un padre, y por eso, su transformación está dedicada a él, honrando su legado.

A simple vista, era una pickup clásica con su mecánica original, pero el sueño era llevarla al siglo XXI sin perder su alma. ¿El plan? Un sleeper moderno: un aspecto clásico con la potencia oculta de un bólido.

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El Desafío: Mantener el Alma, Cambiar el Corazón.

Decidimos conservar solo lo esencial del original: la cabina. Todo lo demás fue diseñado para la excelencia moderna. El cambio más significativo, y el corazón de esta transformación, es la instalación de un robusto motor LS 5.3 con transmisión automática.

Esto no es un simple cambio de motor. Es una orquestación de ingeniería que incluye: 

Esta C10 ya no es solo un recuerdo; es una poderosa máquina de sueños, un homenaje rodante al hombre que la obsequió. En Garage Trucks, estamos orgullosos de ser el puente entre la nostalgia y el futuro.

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¡Pronto, la leyenda volverá a la carretera!